La reina Luisa de Prusia fué una hermosa dama, de gran valor El emperador
Napoleón el Grande invadió su país y se apoderó de él, oprimiendo al pueblo,
pero la reina luchó valientemente contra el invasor.
Sin embargo, al fin, el enemigo tomó la capital (Berlín), y la reina,
que tras muchas penalidades, pudo escapar con sus hijos, fue a esconderse en un
campo cubierto de acianos. Los niños, asustados, empezaron a llorar, Entonces
la reina Luisa, temiendo que alguien les oyera y les descubriera, cogió algunas
de aquellas florecitas azules y haciendo con ellas coronas y ramas para los
pequeños príncipes, logró distraerles de su pena.
Uno de ellos se llamaba Guillermo, y algunos años después derrotó al
sobrino de Napoleón. Proclamado primer emperador de Alemania, tomó como símbolo
el aciano.
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